¿Por qué debería ir al osteópata?

Aunque todavía hay cierto desconocimiento acerca de lo que es la Osteopatía, dicho sea de paso, cada vez menos, muchas personas eligen hoy en día este tipo de tratamientos por sus beneficios y resultados. 

En primer lugar, la osteopatía puede ser una solución a los problemas de salud sin ser esta invasiva y sin usar fármacos, pues muchas veces y, sobre todo en casos crónicos, resulta inconveniente o innecesario la intervención invasiva o farmacológica. Además, la osteopatía no causa dolor en su aplicación. El profesional trabaja, tanto en la evaluación como en el tratamiento, con sus manos, aplicando un método seguro, entrenado y resolutivo.

El hecho de no usar fármacos no significa que los osteópatas estén en contra de los medicamentos. Todo lo contrario. Desde la perspectiva osteopática no se utilizan medicamentos en los tratamientos, pero muchas veces el osteópata, como el resto de profesionales sanitarios, trabaja en equipos multidisciplinares para derivar cuando es necesario a otros compañeros como médicos, podólogos, psicólogos, etc. Es decir, la derivación a otro profesional que pueda participar también en el seguimiento del paciente es algo habitual, necesario y muy habitual en el ejercicio de la osteopatía, todo ello para garantizar el objetivo primordial de su intervención, conseguir la mejoría o curación del paciente.

Por otro lado, deberíamos consultar a un osteópata para prevenir problemas de salud y para solucionar posibles alteraciones que nos estén causando malestar. Por muchas circunstancias, la cultura sanitaria que tenemos hace que acudamos al médico cuando ya tenemos el problema y no antes. A veces nos parece caro pagar una consulta privada para solucionar algo que nos genera dolor y/o limitación de cualquier tipo y, sin embargo, muchas veces no nos planteamos el coste que ha tenido esa televisión de pantalla gigante que se nos ha antojado, o cambiar de móvil en cuanto sale una nueva versión del modelo que nos gusta. La prevención y la cultura del cuidado propio de la salud debería estar más integrada en nuestra cultura y en el propio sistema sanitario.

El hecho de que la osteopatía sea una metodología que trata al individuo como un todo, permite que pequeños problemas a los que en nuestro día a día no damos importancia, sean también tratados buscando la mejora de todo el organismo. Muchas veces convivimos con ese pequeño dolor o problema digestivo y lo normalizamos pensando que no tiene importancia. Nos acostumbramos a vivir con la molestia sin saber que las cosas no son por que sí, y que casi siempre vienen derivados de una causa.  Ese pequeño dolor durante las digestiones, esa sensación de ardor que nos obliga a tomar algún fármaco después de comer, esa molestia cuando masticamos en la mandíbula o ese dolor de cabeza recurrente, actúa como cuando hay un grifo mal cerrado que gotea...una gota no hace nada, pero cuando el agua se va acumulando, éste se desborda, se filtra y aparece un problema más grande en forma de gotera al vecino. 

Por último, se debería ir al osteópata porque la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), en su documento “Benchmarks for training in Osteopathy”  de 2010 la recomienda. Mucha gente elige osteopatía para resolver sus problemas de salud. Muchas escuelas y Universidades ofrecen estudios de osteopatía en Europa, América y Australia. más de 200.000 profesionales la ejercen en todo el mundo. 

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