Dolor de Espalda

El dolor de espalda es uno de los problemas de salud más comunes que afecta a ocho de cada 10 personas en algún momento de sus vidas. Los síntomas son muy variables y pueden ir desde un dolor sordo, constante, hasta un dolor súbito, intenso e intermitente. Puede ser agudo y durar días, o  llegar a ser crónico y durar semanas e incluso, meses.

A veces el dolor de espalda desaparece espontáneamente pero dependiendo de la causa, puede alargarse en el tiempo y necesitar algún tipo de tratamiento.

Hay algunos factores de riesgo que pueden estar relacionados con el dolor de espalda  como el tipo de actividad laboral que uno desempeña, el sedentarismo, la postura, la edad, la obesidad, el tabaco, el embarazo, exceso de ejercicio físico y/o mal realizado, patologías como el cáncer, enfermedades reumáticas, etc.

Hay muchas causas que provocan dolor de espalda y es importante hacer un buen diagnóstico diferencial atendiendo a los datos obtenidos durante las diferentes fases del razonamiento clínico, con vista a realizar un adecuado diagnóstico y establecer un tratamiento que cumpla con los objetivos marcados por dicho diagnóstico.

Tipos de dolor de espalda:

  • Dolor inespecífico: aquellos que no se deben a ninguna causa aparente y en el cual no existe una compresión radicular. Por norma general, se producen por disfunciones que afectan a las articulaciones y a las estructuras que están cercanas a ellas.
  • Dolor radicular: aquel que se produce tras la compresión de un nervio como es en el caso de la protrusiones y las hernias discales.
  • Dolor secundario a una patología: aquellos que son producidos como sintomatología derivada de procesos como: cálculos renales, enfermedades digestivas, enfermedades reumáticas…etc.

Cuando el dolor de espalda presenta una serie de características denominadas “banderas rojas”, existe la necesidad de realizar un estudio médico en profundidad. El paciente deberá ser derivado a un médico especialista que descarte la existencias de patologías graves que puedan comprometer la salud del paciente.

Existen diferentes tratamientos que van desde la toma de medicamentos hasta la cirugía, pasando por tratamientos pautados por otros profesionales de la salud como fisioterapeutas y osteópatas.

Paralelamente a los tratamientos que ayudan a eliminar los síntomas dolorosos, es importante cuidarse y hacer cambios en el estilo de vida para mejorar las condiciones de salud y el bienestar. Muchas veces uno se propone comenzar una pauta deportiva, un cambio en la alimentación…pero no somos capaces de llevar este cambio al largo plazo y al poco tiempo, volvemos al patrón sedentario o a llevar una mala alimentación.

Para evitar esto y asegurar modificaciones duraderas en nuestra forma de cuidarnos, es necesario que el ejercicio físico elegido (deporte, pilates, yoga, danza, etc) te guste y te divierta y también, que este ejercicio se adecue a tus circunstancias de salud, tu edad, tus tiempos, tu resistencia física, etc.

Otra cosa que debes tener en cuenta es que tienes que darle importancia a tu salud y que, aunque los profesionales sanitarios están ahí para atender a los pacientes, las personas debemos hacernos responsables de nuestra salud y cuidados y para estar sanos, ¡lo mejor siempre es la prevención!

En la mayoría de las ocasiones la medicina actúa cuando la patología o la lesión ya está instaurada pero, ¿por qué no cuidarse uno más para evitar esto? Todos sabemos los altos niveles de muertes por enfermedades cardio-vasculares provocadas por el tabaco, el sedentarismo, el sobrepeso, etcétera, y las acciones que podemos llevar a cabo para evitar estas enfermedades. Lo mismo pasa también con algunas de las causas que originan el dolor de espalda. Puedes hacer muchas cosas para evitarlo o, en caso de tener ya una lesión estructural como una protrusión o una hernia discal, puedes conseguir que  los síntomas sean más leves y/o duren menos tiempo.

El dolor de espalda muchas veces se puede aliviar con descanso, con calor en la zona afectada, con el cuidado de la postura, con ejercicios pautados y con tratamiento manual.

¿Qué es una protrusión discal?

Una protrusión discal es un abombamiento de la envoltura que rodea el disco intervertebral. Se produce una deformación y una rotura parcial de las fibras más internas de éste y el núcleo pulposo (en la imagen el núcleo pulposo aparece representado en color verde) del disco se desplaza haciendo que el disco se abombe.

  • Alrededor del 80% de las personas totalmente asintomáticas muestran un disco con protrusión en una resonancia magnética.
  • Cerca del 40% de pacientes con lumbalgia crónica o dolor en la pierna presentan desgarros y protrusión posterior del disco a menudo invisibles en una resonancia magnética.

¿Qué es una hernia discal?

La hernia discal es una lesión en la que parte del disco intervertebral (núcleo pulposo) se desplaza hacia la raíz nerviosa que sale de la médula espinal, la presiona y produce dolor. (En la imagen el núcleo pulposo está representado en color verde y afecta a la raíz nerviosa representada en color amarillo).

El tamaño y la severidad de la hernia discal no tiene correlación con el grado de dolor, por lo tanto, a veces hernias pequeñas pueden generar síntomas y signos que dificultan las actividades de la vida diaria de la misma manera que hernias muy grandes.  También pueden presentar poca sintomatología o incluso ser asintomáticas.

En un elevado porcentaje de casos el tratamiento no requiere cirugía. Sin embargo, hay veces en las que el tratamiento quirúrgico es necesario.

Para el 90% de casos en los que el tratamiento conservador tiene buenos resultados, los fisioterapeutas osteópatas son los profesionales que pueden ayudarte a mejorar los síntomas en gran medida y establecer contigo unas pautas para cuidarte tu espalda y tu salud en el largo plazo. 

Sin embargo, si el dolor en la espalda aparece repentinamente, es muy fuerte o si hay otros síntomas asociados como fiebre o dificultad para moverse lo más recomendable es acudir al médico para que solicite exámenes e indique el tratamiento más adecuado. 

En el siguiente enlace puedes ver un resumen de cómo es un tratamiento osteopático para lesiones discales:

https://eominternacional.com/tratamiento-osteopatico-de-las-lesiones-discales/

Ponte en manos de un especialista.

En nuestro buscador de profesionales fisioterapeutas osteópatas puedes encontrar algunos:

https://rofe-do.com/como-encontrar-un-osteopata

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